Si te acostumbras a organizar tus ideas de esta forma, lo más probable es que tus procesos creativos inicien de forma natural con un mapa mental. Además, cuando llevas tiempo utilizando mapas mentales realmente piensas que es algo tan natural que podrías haber inventado tú mismo.
En realidad este tipo de mapas ha sido inventado por el Dr. Tony Buzan bajo el nombre de Mind Mapping. Los ha definido como “la forma más sencilla de gestionar el flujo de información entre nuestro cerebro y el exterior además de ser el instrumento más eficaz y creativo para tomar notas y planificar pensamientos.” Desde luego su creador no nos podía dar una mejor definición que si bien puede sonar grandilocuente, te puedo garantizar personalmente que no está nada alejada de la realidad. Los mapas mentales pueden cambiar tu forma de organizar tus pensamientos. Y no estoy exagerando.
En el siguiente mapa mental puedes ver un buen número de cuestiones sobre Tony Buzan y entender de un simple vistazo todo lo que puede ofrecer esta metodología de representación de la información.
Los mapas mentales tienen tantas utilidades como se les quiera aplicar. Cualquier cuestión que pase por tu cabeza puede acabar en forma de mapa mental. Así que ya te puedes imaginar que esta enumeración podría tender al infinito. Solo te hablaré de unas cuantas utilidades encontradas en los mapas mentales que personalmente me han dado muy buen resultado a lo largo de los
últimos años.
Preparación y dirección de reuniones
Llevar un mapa mental con todos los puntos que te interesa tocar en una reunión es una muy buena forma de garantizar que no se te olvida nada y tener de un vistazo la posibilidad de ver qué es lo que ya se ha visto y qué es lo que queda por tocar. Esto me sirve tanto si tienes la función de organizador de la reunión como si eres tan solo uno de los participantes.
Toma de notas en reuniones
Los mapas mentales tienen la ventaja de que rompen la toma de notas lineal para hacerlo en forma radial. Esto es una gran ventaja en las reuniones a la hora de apuntar notas, ideas o dudas sobre lo que se esté comentando. Puedes volver de forma muy sencilla a un punto anterior, complementar alguna nota que se ha quedado a medias y todo sin tener que ir dejando espacio como tendrías que hacer si haces una nota tradicional “en vertical”. A la hora de hacer un acta por ejemplo de una reunión el mapa mental es, sin duda, la forma que más información y facilidad de recopilación de datos ofrece.
Esquema previo a la escritura de
artículos o textos
Antes de escribir un artículo y con el objetivo de enfocar la estructura del mismo, siempre hago un mapa con todas las ideas principales y aporto a cada una de ellas los mensajes que quiero transmitir en el artículo; por último también reservo algunas “ramas” del mapa para anotar las fuentes de información consultadas. El hecho de hacerlo de esta forma ha cambiado la manera de recopilar la información para los artículos y mejorado la estructura de los mismos.
Diseño de presentaciones
Si tienes que realizar presentaciones con el apoyo de diapositivas tipo Keynote, Powerpoint o similar, también los mapas mentales son el mejor inicio para estructurar los contenidos alrededor de los conceptos que vas a transmitir. La facilidad que otorgan los mapas para mover los conceptos y ajustarlos en el orden adecuado hace que el contenido que quieres transmitir acabe teniendo mucho más sentido con esta organización previa que si diseñas directamente la estructura con la herramienta de turno.
Existe un buen número de herramientas digitales para hacer mapas mentales, pero antes de adentrarte en su elección quizá lo mejor sea que tomes un papel y un bolígrafo o un lápiz y practiques tu primer mapa mental.
Se comienza el mapa siempre poniendo en el centro una imagen, una palabra clave o una frase que defina el concepto sobre el que vas a trabajar. Lo ideal es hacerle un marco en algún color o resaltar de alguna forma esta idea central con el tipo de letra en mayúscula, subrayada o más marcada, definiendo de una forma muy clara que ese concepto es el centro del mapa mental. A partir de ahí tienes que desencadenar una especie de tormenta de ideas particular sobre el concepto central y colocar las palabras o imágenes que representan cada nueva idea en torno al núcleo central, uniendo todas con el centro mediante líneas que pueden ser de diferentes grosores y colores. A partir de aquí tienes la libertad de estructurar tantos niveles de información como consideres, desarrollar más una idea derivada que otra de su mismo nivel, aportar más cantidad de texto si lo necesitas o simplemente poner una palabra si lo consideras suficiente. Todo está permitido porque es tu mapa mental. Diferente de cualquier mapa mental sobre ese concepto que haría otra persona.
El mapa mental no se dará nunca por terminado. Puedes volver a él en cualquier momento y retocar alguna de sus partes, ampliar con una nueva idea o simplemente revisar el flujo de pensamiento que genera una vez está enfocado. El verdadero potencial de los mapas mentales se encuentra en que una vez que lo trabajas y sacas las ideas de tu cabeza y han sido plasmadas en un mapa, toman mucho más valor y tienen más sentido que cuando convivían desordenadas y vagando por alguna parte de tu cerebro. Cuanto más practiques con los mapas mentales más agilidad tendrás en la elaboración y también verás que la forma de estructurar tus ideas mejorará. Es cuestión de generar un hábito, decidir para qué son más útiles para ti y “perder” unos minutos en diseñar un mapa mental previo a muchas de las tareas que haces en el día a día. Son muy agradecidos y si les dedicas muy poco tiempo obtendrás un gran beneficio.
Los mapas mentales toman mayor poder si en lugar de hacerlos en papel te apoyas en una app que puedas tener en tus dispositivos digitales. Existen muy buenas herramientas para hacer mapas mentales tanto para OSX como para iOS y si entras en la App Store, con una simple búsqueda por “mapa mental” o “mindmap” obtendrás un buen número de referencias. Desde aquí te recomendamos que pruebes primero las opciones gratuitas para ver si te haces con esta metodología y cuando verifiques que le sacas provecho consideres comprar alguna de las apps más potentes.
Las cuestiones importantes que puedes valorar en una app de mapas mentales es que te permita tener los mapas mentales en todos tus dispositivos de forma natural mediante una sincronización vía iCloud o Dropbox por ejemplo. También que tengas posibilidad de aportar diferentes colores, tipos de letra, marcos o imágenes de una forma sencilla a tus mapas. Estas características las reúnen un buen número de apps, pero si tuviésemos que elegir una, ésta sería sin duda Mindnode, que ofrece una herramienta muy bien diseñada y con todas las capacidades comentadas anteriormente. Tendrás una app para iOS que puedes utilizar en tu iPad, iPhone o Watch y también una versión de OSX muy potente que a día consideramos que son lo mejor que te puedes encontrar.
Existen otras alternativas como son iThoughts que tiene también sus versiones diferenciadas para iOS y OSX y lleva muchos años en escena por lo que ha sido capaz de ofrecer una herramienta muy bien diseñada y mejorada con los años o quizá la que sería más recomendable para trabajar de forma colaborativa con otros usuarios: Mindmeister, que tiene la desventaja de que no tiene app para OSX, si bien aporta la novedad de que tus mapas los puedes ver y editar online en cualquier navegador. Vale la pena probar alguna de estas herramientas para ver sus capacidades y poder decidir con cuál te sientes
más cómodo.
Los mapas mentales han sido la herramienta que ha facilitado la vida a muchas personas que no creían en su creatividad y en su capacidad para estructurar sus ideas. Aportan beneficios desde el mismo momento en el que se comienzan a practicar y este beneficio personal aumenta de forma exponencial a medida que se hacen más mapas. Es un bucle positivo e infinito en el que vale la pena entrar. Ahora mismo es el mejor momento para dibujar tu primer mapa mental. ¿Te atreves a aprovechar sus ventajas?