Lo más probable es que ya conozcas este juego, pero si no es así prepárate para descubrir un nuevo mundo, prácticamente infinito y lleno de posibilidades, donde el único limite es tu imaginación. Hablamos de Minecraft, el juego que ha enamorado a toda una generación de jugadores y ha demostrado que los videojuegos pueden llegar más lejos de lo que nos pensábamos.

Empecemos primero hablando del juego en sí. Se trata de un juego de tipo mundo abierto en el que no existe una meta específica. El usuario puede recorrer un mundo que es prácticamente infinito y puede hacer todo lo que quiera, casi sin restricciones. Puede construir estructuras, dar forma al mundo, interactuar con las criaturas que viven en él, ya sean pacíficas u hostiles. Según el modo de juego que elija, el jugador contará con una dinámica de juego diferente. Se puede jugar en modo Creativo, en el que se tiene un stock infinito de todos los materiales disponibles en el juego, no hay restricciones físicas (Se puede volar) y las criaturas hostiles no hacen que se pierda vida. Es el modo de juego original del juego. También cuenta con un modo Supervivencia, en el que el jugador debe recolectar los materiales disponibles en el mundo, incluyendo comida, hay restricciones físicas (No se puede volar) y el jugador se verá atacado por las criaturas hostiles y otros factores como el hambre que le irán restando vida. Para recuperar vida deberá mantenerse alimentado, por lo que tendrá que valerse de los recursos naturales (Plantas y animales comestibles) para sobrevivir. Deberá también fabricar utensilios a partir de las materias primas y construir un refugio, porque al caer la noche, todos los monstruos aparecen y no le darán tregua. Esos son los dos modos principales del juego, aunque también está el modo Aventura, que es parecido al modo supervivencia pero se aplican restricciones definidas por el creador del mapa. Suele usarse para crear mapas con una “historia” en el que se deben conseguir algunos hitos o elementos para poder continuar por el mapa. También cuenta con el modo Espectador, en el que el jugador no puede interactuar con el mundo, pero sí puede recorrerlo libremente. Y, por último, está el modo Hardcore, en el que si el jugador muere, el mundo se destruye, a diferencia del resto, en el que si eso ocurre, el jugador vuelve a aparecer en el mundo.

También cuenta con un modo multijugador que es verdaderamente interesante, y es el que más suele usarse en la mayoría de vídeos dedicados al juego. En el modo multijugador los jugadores se conectan a un servidor, que puede ser local o online, y pueden interactuar entre ellos, pudiendo usar todos los modos de juego que hemos descrito anteriormente, incluso una combinación de ellos. El administrador del servidor puede configurarlo todo a medida, incluso sobre la marcha, con la terminal incluida en el juego, accesible por todos los jugadores como chat e intérprete de comandos (Que se puedan ejecutar comandos dependerá de la configuración que le haya dado el administrador). Para usuarios que no querían toda la complejidad de la administración de un servidor pero sí querían jugar online, el equipo de Minecraft creó Minecraft Realms, un servicio que permite crear un mundo alojado en un servidor externo de forma realmente sencilla y sin preocupaciones. Tiene una cuota mensual de menos de 10€, y para usuarios que jueguen mucho y no tengan equipos excesivamente potentes donde poder montar un buen servidor es una gran opción.

Otro aspecto importante del juego es, precisamente, su aspecto. En Minecraft entrarás en un mundo compuesto por píxeles y cubos. Con colores brillantes y otros no tanto, pero que en combinación es una experiencia cromática muy interesante. La estética, muy propia de los amantes del pixel art, te cautivará desde el primer momento. Y, si no te gusta ¡Puedes cambiarlo!. Minecraft es un juego que permite muchísimas modificaciones. Puedes añadir mods que cambian el funcionamiento del juego, packs de texturas que modificarán el aspecto del juego e incluso puedes modificar el aspecto de tu personaje. ¡No hay límites en este juego!

Está disponible para Mac y PC, y ambas versiones son compatibles entre sí, los mundos creados por ambas funcionan en ambas versiones. No es así con la versión para dispositivos móviles o para consolas, pues están hechas en C++ (La versión de escritorio está hecha en Java), que si bien las hace mucho más eficientes, no permiten de momento poder usar los mismos servidores.

Aunque están trabajando en ello. Realms tampoco funciona en esas versiones, pero sí en las de escritorio. Es previsible que en el futuro la versión de escritorio también esté en C++, puesto que la versión para la educación del juego es de escritorio y ya está escrita en dicho lenguaje. Lo que podrás ver es que no importa en qué plataforma estés, Minecraft estará ahí. Eso sí, si compras la versión de escritorio no obtendrás otras versiones para otras plataformas, se compran por separado. Respecto a eso, Minecraft vale 24€ en su versión de escritorio, y una vez comprado puedes usarlo en Macs y PCs, independientemente desde el ordenador que lo compraras y tendrás las actualizaciones sin pagar más, siendo quizás uno de los juegos más rentables, pues aunque se introduzcan novedades y mejoras no tendrás que pagar por ellas, incluso aunque pasen varios años desde que lo compraras.

Por último, hay que hacer una pequeña reseña acerca del estado actual del juego. Ha sido un juego tan prolífico y que ha gustado a tanta gente que actualmente es ¡EL SEGUNDO JUEGO MÁS COMPRADO DE TODA LA HISTORIA! Sólo le supera el Tetris. Cuenta con más de 106 millones de copias vendidas, y con más de 40 millones de usuarios activos diariamente (Y aumentando). No es de extrañar que Microsoft comprara Mojang a su creador por ¡2500 millones de dólares!

Puedes bajarte una versión de prueba, para comprobar si funciona bien en tu Mac o PC (Si tiene menos de 10 años, es probable que funcione bien, en el caso de los Macs).

Sabiendo todo esto ¿Te resistirás a probarlo?

Disponible para Mac, PC, PS3, PS Vita, PS4, Xbox 360, Xbox ONE, WiiU, iOS, Android, Windows Phone y Raspberry Pi (Versión especial)