Antes de nada, es importante destacar que nos encontramos ante una empresa con una trayectoria de varios años de experiencia. En concreto, la compañía lleva operando desde 2012, cuando Bernat Farrero y Pere Rius (cofundadores de la misma) unieron sus esfuerzos, conocimientos y experiencia para poner en marcha el proyecto. A día de hoy, Camaloon (cuya planta de producción se encuentra en Barcelona) puede presumir de tener clientes por todo el mundo. “La fortaleza del Made in Europe es una garantía para nuestros clientes, que saben que pueden contar con unos procesos controlados en todo momento”, nos explican. Al interesarnos exactamente por el público objetivo en el que se centra la empresa, los cofundadores de Camaloon nos comentan que aunque están abiertos a cualquiera que quiera personalizar sus productos, sus principales clientes tienen entre 30 y 40 años, siendo ligeramente superior la cifra de compradoras.
Pero, ¿cómo surgió la idea que dio forma a Camaloon? Tras plantearles esta pregunta, los cofundadores de la empresa nos explican que la idea nació mucho antes de 2012, allá por el año 2007.
“Después de ver como particulares, artistas y empresas empezaban a querer personalizar los productos con sus imágenes percibimos la necesidad de crear una base y una estructura para que todo esto empezará a funcionar correctamente”, indican. “A día de hoy, Camaloon se ha convertido en una referencia para artistas, ilustradores y diseñadores gráficos que quieren promocionarse y vender productos con sus diseños”, puntualizan con orgullo. Como ya sabrás, en la actualidad podemos encontrar un gran número de empresas de personalización de productos, motivo por el cual nos interesamos por saber si creen que su empresa llama la atención de los clientes por alguna característica concreta. “El factor diferencial de Camaloon es su capacidad de personalización y la rapidez de entrega en toda Europa”, contestan sin dudarlo. A continuación, hacen hincapié en el lema One person, one product. “Nuestro lema refleja las posibilidades que ofrece Camaloon a sus clientes, que pueden personalizar los productos con todo tipo de imágenes distintas sin variaciones de precio”, destacan.
Llegados a este punto, queda claro que en Camaloon han llegado hasta donde están gracias a la pasión por el trabajo y al esfuerzo diario, factores imprescindibles para sacar a flote una empresa en los tiempos que corren. Decidimos concluir la entrevista preguntando si hay alguna anécdota o curiosidad que recuerden con especial cariño, y Bernat y Pere se remontan a los inicios de su
trayectoria empresarial. “La primera oficina de Camaloon era muy modesta, una especie de garaje reformado, al más puro estilo startup. No había sala de reuniones y se trabajaba en una mesa compartida, lo que nos recuerda a los inicios de empresas como Amazon, Google o HP, que también empezaron su negocio
en un garaje.”